۞Primera Parte...

La lluvia caía en gotas redondeadas en el seco pavimento de la rustica calle, mientras corría a refugiarme bajo un puente que parece nunca haber sido terminado, la arquitectura vieja era magnifica. Me detuve ahí por un segundo mientras secaba mi largo y negro cabello no importando que tuviese muy poco.

Apenas solo un momento atrás un carro negro con ventanas polarizadas me había abandonado a mi suerte, había caído y rodado por el piso como un prisionero que se le libera, y había visto un letrero que decía “Sección Este”. Ninguna persona asomaba en los alrededores.

En el horizonte paresia asomar lo que era un supermercado abandonado, sin titubear mucho camine unos cuantos pasos, solo para ver aparecerá atrás un gran edificio blanco elevarse al cielo, demasiado alto tanto como un rascacielos. Como no lo pude ver antes? Seria la lluvia acaso lo que nublo la vista?.

Entre empapado por la lluvia, que de la nada comenzó a caer mas fuerte. La vista si que estaba jugando con mis sentidos, pues cuando entre por las grandes puertas me tope con un abandonado vestíbulo de hotel, era eso realmente y no un supermercado lo que de lejos había visto con dificultad, y donde ahora me encontraba a oscuras.

Al andar a tientas por el oscuro lugar divise una lejana luz, me dirigí a ella por ser la única guía visible en el extraño lugar. Ya estando apunto de alcanzarla, casi caigo en una vacía alberca en medio de todo, de donde la luz estaba en una linterna. Al acercarme cuidadoso y ver bien el sitio donde me encontraba, observe que habían ropas y algunas cosas, pareciese que alguien había estado viviendo ahí.

Cerca de mi oí los murmullos de dos sombras hablando, sentí un alivio no estaba solo, ya era hora de encontrarme con alguien. Cuando me puede acercar lo suficiente para hablar con ellos, presencie un horrible espectáculo.

Uno se lanzaba al otro como perro hambriento, devorando su estomago, sangrientas entrañas caían al blanco suelo, salpicaban sangre mientras se escuchaban los rogozos gritos de la victima.

La sensación de miedo y asco con el no responder de las piernas, hizo que difícilmente pudiera escapar, tratar de subir y correr. Todo estaba oscuro sentía los brillantes ojos de aquel hombre-animal clavándose en mi espalda diciéndome “Serás tu el próximo” y estas palabras me recorrían como el vidrio que corta. Era yo la rata de laboratorio que trataba de escapar. Pero es la adrenalina que hace que la presión de la sangre corra con más fuerza y el pensamiento de salir tome fuerza. De un salto salí de aquel lugar y corrí,

No se como lo hice todavía, solo salte y estaba afuera.

Ahora todo se tornaba en una pesadilla, en un lugar húmedo por el cual escapaba, la cosa mas sencilla se transformaba de una lámpara a un enredoso árbol de raíces oscuras y grandes, incrustadas en el piso.

Subí rápidamente por lo que parecían ser unas escaleras, era eterno el camino, sentía como carcomía todavía en mi ese pensamiento que no me dejaría fácilmente y la frase construida por la coalición del miedo y mi imaginación, gritándome “Serás tu el próximo”
..

۞

Soy yo un experimento?