۞Segunda Parte...

Una tenue luz asomaba al final de las escaleras, solo pretendía llegar a ella no importándome que hiciera para ello.

Las manos las sentía heladas con ese sudor que no te deja, mientras miraba como aterrorizado el techo en donde estaba empezaba a moverse, solo corría rápido cerrando los ojos.

Finalmente atravesé el oscuro túnel, estaba ahora en el último piso. Abrí la última puerta de golpe y el aire fresco de la azotea entro violento. Agotado puse las manos sobre mi frente tratando de tranquilizarme un poco, afuera aun seguía lloviendo, el viento soplaba fuerte, pero era satisfactorio el estar ahí en ese momento. Girando un poco la cabeza observe que la azotea tenía algunas antiguas cosas, era como un basurero que nunca se recogió.

Un nuevo pensamiento llego desbordándose en mi, me vino el recuerdo de la sangre derramada, de los gritos y de aquel hombre. La tranquilidad se rompió de nuevo con mis pensamientos; y si aquel asesino me hubiese perseguido? Estaría a tan solo unos cuantos metros de mí atrás de esa puerta, respirando y dando la vuelta ala manija para encontrarme, a caso me asesinaría a mi también, y de que forma lo haría?.

Respire profundo y me lance al vació, volaba, realmente volaba al gran y elegante edificio blanco, hace apenas no mas de cinco minutos encontré un viejo planeador oculto entre la basura, aunque antiguo aun servia bien.

Descendí en un balcón y me dispuse a entrar, ahí todo era diferente todo parecía nuevo y limpio, estaba bien iluminado pero al igual que el otro lugar estaba desierto, no encontré ninguna persona. Salí de la habitación y me encontré con un estrecho pasillo, sin antes darme cuenta que me encontraba en una especie de hospital, los números arriba de la puerta delataban y confirmaban mi especulación.

Para mi suerte los elevadores funcionaban, decidí subir ala ultima planta. Si era un edificio tan grande y bien cuidado debería de haber alguien que le manteen era asi, debería de estar en el último piso o por lo menos eso se me ocurría, pues si bajaba podría aquel asesino encontrarme con mayor facilidad –Pensé- mientras veía el transparente ascensor colocado fuera del edificio con una vista maravillosa.

Entre en el elevador, dirigí mi mano al botón del ultimo piso, - Seguí pensando- tenia que ser asi, tenia que haber alguien, asi podría contarle lo que me sucedió y todo seria un mal sueño, una gran pesadilla que recordar, solo eso.

Miraba el piso mientras pensaba y veía mis sucios zapatos mojados y los pantalones rasgados por andar por ahí escondiéndome, corriendo y hasta arrastrándome, una risita escapo de mi boca mientras levantaba la mirada a los números del elevador que continuaba subiendo de piso.

Veía también por las paredes de vidrio al otro lugar oscuro y abandonado, quizás me estuviese viendo aquel hombre, pero eso ya no importaba.

Por segunda vez levante la mirada a los números del elevador, esta vez permanecí observándolos tranquilamente sin preocupación.

Que extraño un numero salto 5 pisos “46-51” a de estar funcionando mal me decidí por pensar, el suceso se repitió de nuevo “55-64”, “69-80”. Todo se torno oscuro, no se apreciaba ver nada ahí abajo, ni arriba del transparente elevador. Solo veía los rojos números en la parte superior de la cabina. Talle mis manos contra mis ojos tratando de limpiarlos, no podía ser posible los números se elevaban rápidamente, seguían subiendo violentamente mas aun dudaba que esos pisos existieran. El elevador empezó a crujir a desprender un sonido ensordecedor, era evidente que realmente subía y que no había error alguno en la maquina, lentamente empezó a detenerse. Los números aunque subían empezaron a frenarse, de nuevo una luz se encendió pero no era la del elevador, eran pequeñas lucecitas en hilera puestas en las ventanas del edificio aun lado de mí en forma vertical.

Eran tantas que se perdían en lo oscuro de la noche, no parecían comenzar ni terminar en ningún lado. El ruido de pronto callo y con el, el elevador se detuvo, los números marcaban “3104”. Esto no es cierto me repetía mientras el miedo alo desconocido palpitaba con mas fuerza dentro de mi. Hubo un silencio tétrico unido a mi fuerte respiración y sucedió, las puertas se abrieron…

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Soy yo un Experimento