martes, agosto 16, 2005

Una historia más

Hoy veremos a nuestra sombra y leeremos su mente.

El le odiaba con todo su corazón, o lo que quedaba de el. Noche, tarde y día, pensaba, veía y repetía lo que nadie podía saber, su secreto que le carcomía. Y recordaba los sucesos.

Había noches en que sudaba frió y su corazón entumecía mientras su respiración le ahogaba, sintiendo como esparcía por su sangre el negro veneno. Ver el rostro de su demonio al levantarse y después de dormir, mirarlo en sueños. Siempre en duda, preguntándose si fuese fantasía o solo una pesada broma de su imaginación.

Y hubo un día donde bañándose sintió que el agua que le golpeaba el rostro le aclaraba los pensamientos, e hizo que tuviera una brillante idea, algo hiriente y malévolo, fruto de la semilla cosechada por el sufrimiento y el dolor, amantes ambiguos dando a luz al asesinato.

Efectivamente así sucedió, la próxima noche daría su último y más grande golpe, solo fingiría una última vez y todo terminaría agonizante en el ocaso, desangrado y muerto en la oblicua trayectoria del horizonte. Quedaba apenas un tiempo, el cual faltaba para terminar con el círculo vicioso perfectamente conservado de dolor y perversidad, un último día y un objetivo, una sonrisa hipócrita y todo acabaría.

Esa noche durmió y soñase de pequeño, lo bien que lucia sonriendo, su alegre carita inocente, con ese brillo en los ojos que solo un niño tiene. Se encontraba él frente a la ventana, cargado de ilusiones por cumplir, sueños que realizar y deseos que experimentar. Una ultima vez y de pronto se encontraba tras ella, sintiendo frió, soledad, oscuridad, miedo y creyó sentir necesitado amor – todo siendo nada, perdiéndolo todo… cayendo. Vio a su padre enzima de el, dándole falso amor. Un momento y una vida cayó, se derrumbo por completo, como dulce azúcar que cae al mar, convirtiéndose en sal. Ahí estaba el bajo su lluvia, escondido en las esquinas de la habitación, junto a un penetrante hedor, mientras lentamente sus ojos dejaban de brillar.

De un salto despertó del sueño y se levanto de la cama, sofocado por el pútrido olor, aun llorando y sudando como aquel momento, que aunque el llanto no se convierta en lágrimas no significa que en su interior aya terminado. Para el era un día mas en el que su voluntad era vencida por sus temores, por sus antiguos recuerdos que nunca desaparecían que solo estaban letargos e inmóviles, sedados por una delgada capa de débil carácter.

En la mañana se levanto con un pensamiento, sus hermanos. Sumándose a su cabeza cabían aun mas dudas sobre ellos, quienes eran?. Podrían sufrir en silencio, callando por algo igual a lo suyo. Eran estos hirientes pensamientos que acababan cada vez con su cabeza, desgajándola, torturándolo.

Todo el día pensó hasta llegar la hora de la cena familiar. Busco mil formas de cumplir con lo señalado por sus fallidos sentidos, algo desquiciado, perverso y fuera de si, tan censillo y tan complejo, algo moustroso. Esa noche hubo risas y todo pinto bien, la cena acababa y sus deseos morían. Su madre hizo bebida de uva, la favorita de la casa. El se sentía tan bien, nuca había reído tanto, tenía un poco de paz entre los hostiles pensamientos que desaparecían con cada carcajada olvidando por completo su cólera.

Asi que solo fue a llenar algunos vasos a la cocina del delicioso jugo de uva, por hacerle el favor a su madre. Pero escucho decir entre las voces a su padre, en un tono que le sonó familiar - “Deja de hacer eso o te castigo”. Esa última palabra resonó multiplicándose en su cabeza, haciendo que volteara y viera su mirada, una que nunca se olvida. De nuevo todo tomo fuerza en su cabeza, todas aquellas maneras en las que se detuvo a pensar para asesinarlo, decidiéndose solo por una.

Una ultima sonrisa y todo terminaría, acabaría ahí en placentera muerte, en Muerte, MUERTE!, sonaban en su cabeza una y otra vez.

Regresaba a la mesa en el momento en el que su madre se levantaba, junto con su hermana ala cocina, por un pastel que quedo olvidado en el horno mientras su pequeño hermano subía castigado a su cuarto. Caminando, acercándose traía en sus manos a la muerte en vaso de cristal, sabor a dulce uva. Veneno era lo que vertió en el vaso, en el que pronto su padre bebería, donde moriría. Era el momento esperado y el asesinato perfecto, todo estaba ahí, su venganza y el ajuste de cuentas…pero sintió lastima al verlo, ver al enfermo vociferador muriendo por dentro. Asi que cambio los vasos que llevaba, el suyo por el de el, guardando su mortífero veneno.

“Ojala y tu hermana sirva aun mas que tu”-decía- al ver lo tardado de el al llevar los vasos a la mesa, poniéndolos sobre ella. No podía creerlo, apenas unos segundos antes le había perdonado la vida, había sentido lastima por el perro desgraciado que era.

Pero su hermana que culpa tenia de todo, tendría ella lo mismo que el sentía en su interior – asi lo entendió al escuchar las palabras, que sin darse cuentas al ser pronunciadas, ocultaban una gran premonición- .

Sus pensamientos se nublaron por completo, veía quieto a su padre, como sorbía del vaso tranquilo, deleitándose con la bebida y sin remordimientos sobre lo que eran sus deseos, sus palabras. Un escalofrío hizo una pulsación nerviosa en su mano izquierda, moviéndola como un reflejo, en su inerte cuerpo, hasta llegar a su cabeza con deseos de sangre e instintos animales, haciendo desatar toda su cólera. Camino despacio con las pupilas completamente dilatadas y tomo lo que tuvo a la mano, degollando con un tenedor la yugular del cuello de su padre. Le miraba fijamente mientras moría, mientras gritaba, con gritos suplicantes que no le servían al lugar al cual se dirigía… al infierno.

Por ultimo al ver su obra, río burlonamente, completamente fuera de si mismo. Sin darse cuenta bebió de su vaso, el cual contenía el letal veneno. Y murió sabiendo que fue el último, el único que pudo terminar con tanto daño, con tanta crueldad… terminado esto las ultimas palabras que se leyeron de su mente fueron - “Cada quien recibe lo que Merece”.

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1 Comments:

At 5:21 a.m., Blogger MacVamp Responde..

Tienes un blog original, me ha gustado mucho descubruirlo y más aún, llevarme la grata sorpresa que se trata de unos de esos sitios que valen mucho la pena.

Ojalá pronto lo actualizes y sigas usando colores claros en la tipografía, ya que con el background que tienes, los colores socuros son difíciles de distinguir.

Saludos.

 

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